miércoles, 9 de mayo de 2012

Precariedad laboral

Por lo general, siempre se ha dicho que a más formación menos paro, pero la precariedad laboral azota en muchos puestos de trabajo. Se denomina precariedad laboral al estado de situación que viven las personas trabajadoras que, por razones diversas, sufren procesos que conllevan inseguridad, incertidumbre y falta de garantía en las condiciones de trabajo.
   ¿Explotación laboral, intrusismo, prostitución, sufrimiento psicológico? Todo esto sucede cuando los ingresos económicos que se perciben por el trabajo no cubren las necesidades básicas de una persona. El capitalismo, en su actual proceso de globalización, ha acrecentado y generalizado las condiciones de precariedad en el modus vivendi de las personas, tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo, con el objeto de acelerar la mercantilización global. Hay aumento del sufrimiento psicológico en la sociedad y un empeoramiento de la salud y calidad de vida de las personas que dependen del trabajo o de la carencia del mismo.
      El sábado  17 de marzo de 2012 y convocados por la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) y con el apoyo de otras asociaciones de la prensa, sindicatos y profesores y alumnos de la Facultad de Comunicación de Sevilla, profesionales de los medios de comunicación han expresado su preocupación por la crisis que atraviesan las empresas periodísticas y el deterioro en las condiciones laborales y éticas. El presidente de la APS, Rafael Rodríguez, intervino para apelar al optimismo a pesar de la mala situación que vive la profesión periodística y  que en Andalucía en los últimos años  ningún medio de comunicación, público o privado, se ha librado de medidas económicas y laborales. Algunas de las propuestas en defensa de un periodismo veraz y para la mejora de las condiciones de trabajo, que también presentaron a los partidos políticos que concurrieron a las elecciones autonómicas del 25 de marzo, son las siguientes:
1.            Defender la información veraz y de calidad como un derecho básico de los ciudadanos.
2.            Eliminar de sus comparecencias públicas las ruedas de prensa sin preguntas y facilitar el libre acceso a la información y a las fuentes.
8.            Exigir titulación universitaria en Periodismo o Comunicación en todas las ofertas de empleo público, tanto en la administración como en las empresas dependientes de ella.
    Las empresas periodísticas han arrinconado a la hora de definir qué tipo de periodismo es preferible hacer, han buscado mecanismos propios para la selección de su personal, a través de masters y cursos especializados promovidos por la propia empresa , obviando y marginando los títulos de los egresados de las facultades de Comunicación de toda España.
   Sobre la precariedad laboral en los medios, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hizo público un documento informativo para el Coloquio sobre las relaciones de la información en las industrias de los medios de comunicación y del espectáculo, y el dato más extraordinario del informe de la OIT es que, no sólo bajó el número de trabajadores que se necesitan en una redacción, sino que estos profesionales se enfrentan cada día a nuevos retos profesionales y nuevas rutinas de trabajo. Algunos, más optimistas, entienden la actual crisis profesional “como una situación de cambio y oportunidad”.
   También  puedo aportar, para ayudar a concluir tanta información, una frase reivindicativa del Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) y de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) que reza así: “Mi precariedad es tu desinformación”.
   Todos estos datos suman la ausencia de expectativas laborales de carrera profesional y la incapacidad del empleo para responder a un plan emancipador. Una España cutre y de pandereta donde licenciados y doctores trabajan en McDonald y Buger King mientras otros ganan dinero a ex puertas.
   Rafael Rodríguez, que ha destacado que “en estos momentos de crisis es necesario mostrar el orgullo de ser periodistas” porque “si luchamos, podemos perder, pero si no luchamos, estamos perdidos” en su llamada  a ejercer un periodismo en defensa de la verdad como compromiso esencial de todo periodista, yo, como futura no periodista, desde estas líneas aclaro, que me manifestaré oral y por escrito,  según mis propias inquietudes y curiosidades. Y si no, siempre puedo cambiar de profesión, como Milagros que es psicóloga y trabaja en realización, o como Carlos que es abogado y trabaja de redactor, o como Reyes que es pedagoga y trabaja en una recepción o como...Sí, la carrera te lleva a hacer otra carrera, ¿será esa la solución?  

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