viernes, 22 de junio de 2012
domingo, 10 de junio de 2012
La Duquesa de Alba y su esposo Alfonso Díez en Sevilla
Era domingo 10 de junio de 2012. Tenía dos entradas para el teatro. Nadie pudo acompañarme, fui sola.
Me siento en el patio de butacas, y miro a mi derecha, eran ellos, en el palco de siempre.
Les espero a la salida, ella se deja fotografiar, él dice que mejor las fotos con ella.
Doña Cayetana de Alba atiende a varias personas |
Alfonso Díez dice que las fotos con ella, que sale mejor |
Doña Cayetana se fotografía conmigo |
Su esposo la ayuda a bajar las escaleras |
Se despiden, el chófer les espera |
viernes, 8 de junio de 2012
Alejandro, Jesús y José Manuel, amigos alcohólicos
Jose Manuel, Alejandro y Jesús conversan en un bar |
Alejandro, comienza a los catorce años, la bebida era un tonteo, no le daba dificultad. No necesitaba beber diariamente, pero cada vez que bebía, tenía problemas, malestar y sufrimiento. Notó que no bebía como el resto de la gente. No podía parar.
“Bebía hasta perder el conocimiento”
Durante veinte años su propósito era dejarlo. ¿Por qué el alcohol me controla? Se preguntaba. Cuando llegaba a casa, escuchaba cómo su madre le decía: “Qué vergonzoso es verte- a un tío tan grande como un castillo hecho una piltrafa- cuando vuelves borracho”.
Recuerdo amanecer dormido en el suelo del baño, abrazado a la taza del váter, porque estuve vomitando. Estaba casado, y era aparentemente feliz. Sucedían episodios de vergüenza y enfado con mi esposa, pero ella asumió que aquello era casi normal.
“Esta enfermedad es progresiva”
Vas bebiendo cada día más. Ocasionaba prejuicios, y para minimizarlos, me quedaba en casa. Pido ayuda cuando me veo derrotado y solo. Hasta que toco fondo. En una celebración familiar, mi madre guarda mi coche en casa, y le hace un roce. Yo la insulté, la chillé, mi padre quiso frenarme, y me llamaba borracho. Empecé a pegarle, lo tiré al suelo, mi madre me agarraba, y a ella también la golpeé. Eso me contó, yo no recuerdo nada.
“Yo estaba matando a mis padres”
Llamé a un teléfono que encontré en Internet, quería ayuda. Me citaron, y en esa primera reunión, oigo a personas que contaban la misma historia que yo iba a contar. Era mi lugar, llegué donde necesitaba llegar.
“Necesitaba que me entendieran, quería dejar de sufrir”
Aprendí a ser un poco feliz, a no ver problemas donde no los hay, a dejar de beber.
Sigue casado con Concha después de veinte años, tienen una hija pequeña, es empresario y sus padres lo adoran. Dejó atrás treinta kilos que le sobraban, el tabaquismo y el alcohol.
“Nos salva el pellejo, ayudar a otros. Eso refuerza mi sobriedad”
Jesús, quiere ayudar con su testimonio, a quien lo quiera leer.
Empieza a beber con cinco años, antes estaba permitido socialmente. Su padre iba al bar y lo llevaba con él, pedía cerveza y le ponía un vaso pequeño, un catavino con el mismo líquido, granos germinados de cebada fermentados en agua, eso es la cerveza.
“Mi problema fue la inmadurez”
Necesitaba continuamente jugar – sexo, ludopatía, alcohol- y recibir premios. Tenía dificultad para relacionarme con los demás y el alcohol me permitía desinhibirme.
Comienzo a pedir préstamos para seguir jugando y bebiendo, uno tras otro, sin parar, hasta que las deudas me abruman. No podía dormir por las noches, y seguí bebiendo para olvidar. Mis problemas se fueron multiplicando. Decido suicidarme. Preparo el día. Era algo entre mi coche, el barranco y yo. Pero al salir de casa aquel día, se lo expliqué todo a mi esposa, y para mi sorpresa, me ofreció ayuda.
“Me sentí comprendido, no era un hijo de puta, yo estaba enfermo, nada más”
Mi proceso de recuperación ha sido lento, he tenido recaídas.
Esta locura se debía a una enfermedad mental. Encuentro el camino, y la obsesión se termina. Empiezo a comprender muchas cosas. Dejé de ser aquel niño pequeño con necesidad de recibir recompensas por todo y a todas horas, eso se mitiga y alcanzo la madurez.
Divorciado dos veces, hoy tiene pareja. Se conforma con la alegría de no beber, de estar contento consigo mismo, de tener pareja, de no hacer sufrir a las personas que lo rodean.
“Ahora estoy viviendo, antes no”
Aplacó el sufrimiento, la obsesión y el calvario. Ya no es un borracho en activo.
La culpa no la tenían los demás. Cuando dejas de beber, empieza la culpa sana, que me hace tener conciencia de todo lo que he hecho. No quiero cometer los mismos errores. Aspiro a no beber solo por hoy, un día más, solo veinticuatro horas.
“Que mi mensaje llegue a quien lo pueda utilizar bien”
José Manuel, reconoce que dudó si llegar o no a la cita ¿Por qué una extraña quiere conocer mi historia? Admite su miedo. Al final considera que le puede ser útil, tanto a él como a los demás.
Cuando era un borracho activo tenía esposa, trabajo y dinero en el banco. Hoy no tengo pareja, mi taller es una ruina y se me estropeó el frigorífico esta mañana, no tengo dinero para comprar otro.
¿Por qué lo dices tan feliz?
“Porque ahora yo soy yo, y sigo vivo. Antes era solo un zombi”
Yo no apreciaba nada, no me conformaba nada. Hoy sí. Aprecio este momento. Esa es la diferencia.
Estuve tocando fondo muchos años, hice barbaridades. Gastaba todo el dinero, siempre estaba borracho. No me quería, no me aceptaba a mí mismo.
“Se trata de aprender a quererse”
Salía a la calle para tomar más alcohol y más cocaína. Eso no era vivir.
Mi único pensamiento era conducir sin mirar las consecuencias, no me importaba tener un posible accidente.
Hoy sigo con problemas, pero también con esperanzas. Siento que tengo un regalo, y es estar vivo.
Mi problema no era el alcohol, era que no sabía vivir, ni tampoco querer.
Sigue aprendiendo, cada día más, acompañado de amigos.
¡Qué fraternidad! Les tengo envidia. Nunca caminan solos. Participan, comparten. En ellos se refleja que el ser humano es extraordinario. Son personas distintas, con diferentes colores espirituales, sensibles e interesados por el otro.
José Manuel mira la pantalla de su móvil, tiene un mensaje. Julia quiere tomar café con él por la tarde. Sus ojos se iluminan, la esperanza lo llama de nuevo. El dragón blanco de su mesita de noche sigue ganando, cada día tiene más poder.
Por Paula Linero
El rinconcillo del periodista y filólogo, Reche
Estando en una rueda de prensa reconocí a Alejandro Reche. Lo felicité por su blog y hablamos. Es sensible, culto, audaz y atento. En la despedida le prometí que le dedicaría una entrada, y aquí lo cumplo encantada. Es un placer leerte. Va por ti compañero. ¡Suerte!
Alejandro Reche viernes, 1 de junio de 2012Una estrella que sigue brillando en el escenario
CRÍTICA TEATRAL: CONCHA. YO LO QUE QUIERO ES BAILAR
Cuando una sola persona es capaz de actuar, bailar y cantar en un escenario, es que algo tiene de especial. Además, si lo que esa persona cuenta son pasajes de su propia vida tiene un valor añadido ya que se puede decir que tiene un componente emocional y personal más acentuado que en cualquier otro espectáculo.
Concha Velasco, una de las actrices más populares de este país se atreve a todo lo dicho anteriormente dirigida por segunda vez por José María Pou, tras saborear las mieles del éxito gracias a La vida por delante. Con una camisa blanca, unas medias y unos zapatos rojos de tacón la actriz se sienta para contar al público su vida desde que nació, pasando por su infancia y los primeros pasos que dio para llegar a ser la gran actriz que es, rememorando hitos de su trayectoria.
Gracias a una desenvoltura absoluta la actriz menciona a personas importantes en los inicios de su carrera, empezando por sus padres y siguiendo por Celia Gámez o Luis Escobar. El espectáculo se beneficia de la intercalación de números musicales que recuerdan temas decisivos en su carrera: Mamá, quiero ser artista, Hello, Dolly, El día de los enamorados o Las chicas de la Cruz Roja. La obra no escatima en narrar siempre desde el prisma humorístico pasajes relacionados sobre los estrenos teatrales o las entregas de premios.
Concha Velasco, acompañada por una sobresaliente orquesta en directo, gracias a su saber hacer, se mete al público en el bolsillo, intercalando chistes, explicando vocablos habituales del mundo artístico etc... Ante el derroche de talento el espectador desea que Concha Velasco siga contando cosas, porque tiene mucho que contar gracias a tantos trabajos memorables, muchos de los cuales aparecen en un momento de la obra en luces de neón, de los que cuenta algunos pormenores y recita algunos fragmentos, como uno de la obra Buenas noches, madre, de Marsha Norman con anécdotas con su compañera de reparto, la gran Mary Carrillo, alguien a quien destacó, como a Antonio Gala.
En definitiva, una obra puramente autobiográfica que se convierte en un espectáculo para el disfrute del patio de butacas, que se involucra hasta el punto de cantar y bailar el popular tema La chica Ye Ye. La actriz vallisoletana demuestra que sigue teniendo una gran energía, como cuando cantó Aquí estoy, de Sondheim, y el poder para hacer que la gente disfrute, algo que lleva haciendo durante décadas y que, un servidor, desearía que continuara porque es una gozada para los sentidos verla actuar. Gracias, querida Concha.
Publicado por Alejandro Reche Selas
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Impresiones que recojo a la salida del espectáculo de Concha Velasco, que corroboran que lo que escribe el compañero Reche es cierto.
Responde fan 2 by Paulinilla
RESPONDE ÁNGEL, 6 AÑOS by Paulinilla
jueves, 7 de junio de 2012
Sanitarios voluntarios atienden en feria
Miguel Ángel, Francisco, Víctor y Ramón explican en qué consiste su trabajo |
Un socio de caseta les indica que el cocinero se cortó en un dedo, no para de sangrar |
El cocinero afectado, enseña la herida |
Se cortó con el cuchillo del jamón. Le hacen una cura, pero tendrá que ir al hospital para revisar el tendón |
A cualquier dolor, paciencia es lo mejor.
Añade más gasas |
Es amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece.
El cocinero se marcha, está preocupado ¿quién cocinará el arroz si se marcha al hospital? |
Limpian y preparan la ambulancia |
Miguel Ángel tramita el parte, es el conductor |
Amigo en la adversidad, amigo de verdad
Gurruchaga, Charo López y Perpetuo Fernández también opinan sobre el parón universitario
martes, 5 de junio de 2012
Teleasistentes gritan en la calle ¡No a los recortes!
La Junta de Andalucía pretende aplicar los siguientes recortes a los trabajadores de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía (ASSDA):
- Reducir el 5% del salario
- Aumentar 2'5 horas semanales
- Reducción del 15% de la jornada con la disminución salarial correspondiente.
Las reducciones salariales anteriores corresponden a todo el año 2012, por lo que se aplicarán con carácter retroactivo desde el mes de enero.
ESTAS MEDIDAS INJUSTAS PROVOCARÁN QUE MUCHAS FAMILIAS SE ENCUENTREN POR DEBAJO DEL UMBRAL DE LA POBREZA.
Responden por qué a la pitada en la puerta del Parlamento Andaluz de Sevilla
Pitada de los trabajadores teleasistentes hacia los recortes
Más pitadas en contra de los recortes hacia los trabajadores de teleasistencia
A favor de la pitada. Explican por qué están de acuerdo y dan su apoyo