Hace
75 años
Un
18 de julio estalló la Guerra Civil en España. José Roldán nació poco después y
vivió la hambruna y miseria de aquellos años. Miguel Linares trabajó como
sanitario en el bando republicano.
José Roldán señala las costillas de sus compañeros de campamento |
José es el que está detrás a la derecha, apoyado sobre sus rodillas, su primo le toca la espalda |
Año 1952, José Roldán tenía
14 años cuando empezaba su estancia en el Campamento de los Flechas. Era
dominio de La Falange, partido político español de extrema derecha, de
ideología fascista, fundado por José Antonio Primo de Rivera.
A los tres meses de proclamada la Segunda
República, en sesión ordinaria municipal, celebrada el 7 de agosto de 1931, se
proponía al pleno la discusión del presupuesto extraordinario para la ejecución
del Plan Municipal de Instrucción Pública, entre cuyos temas de urgencia se
señalaba la necesidad de creación de Escuelas-Colonias, presentándose un presupuesto de 450.000 pesetas, para el
bien de los niños pobres y enfermos. Impulsos generosos de patriotismo. Se
estipulaba que en cada colonia hubiera un director maestro, dos maestros de
primera enseñanza, un administrador, un cocinero, un ayudante de cocina y tres
sirvientes.
José llegó en autobús, desde su pueblo, Viso del Alcor . Estaría en el campamento 21 días. Su madre trabajaba de
costurera, sus hermanos mayores también trabajaban y por eso su madre pensó que
no podía quedarse solo en casa. Fue obligado al Campamento de los Flechas, en
El Puerto de Santa María, en Cádiz.
El primer componente ideológico era inculcar
a los niños el espíritu religioso. Al levantarse y al acostarse, en la comida y
cena dirían oraciones acostumbradas, pero además, por las tardes rezarían el
rosario, y los domingos y festivos, a la santa misa.
José desayunaba café de cebada, almorzaba un
plato de comida caliente y hasta el día siguiente. El comedor estaba dividido
por clases sociales: maristas, que eran miembros de una de las congregaciones
religiosas fundadas bajo la advocación de la Virgen María (entre ellos Felipe González y Alfonso
Guerra). Estudiantes, cuidados por curas. Y los no maristas, el resto de niños,
analfabetos la mayoría, entre ellos, estaba José.
Segundo componente ideológico en la educación, el patriotismo, llevado a
cabo por Frente de Juventudes, sección del partido político Falange Española
Tradicionalista y de las J.O.N.S. creada por el Régimen de Franco en 1940 para
el encuadramiento y adoctrinamiento político de los jóvenes españoles según los
principios del Movimiento Nacional.
José, oía retreta de corneta por la mañana,
llamada que hacía el visco - apodado El Niti- empezaba el día. Había que hacer
la cama, intentaba hacerla lo mejor posible, quería ganar el premio, un vaso de
café café, no café de cebada. Minutos más tarde, elevaban la bandera de España,
cantaban “Cara al sol”. Una vez subida la tradicional corona de laurel hasta la
cruz en homenaje a los caídos, tocaba revisión médica. Uno por uno, todos
revisados. Primero los dientes, los latidos del corazón, los brazos, las
piernas y por último los pies.
Bañador y ducha. Tenían que pasar por un
callejón de unos 50 metros, con varias alcachofas colgantes que no dejaban de
tirar agua. “Difícil no mojarse, nos duchábamos sin jabón. Era como pasar por
el burladero en una plaza de toros”.
Terminada la ducha, se tomaba el café de
cebada en el comedor, “diferenciaban los asientos de maristas, los
privilegiados, de los no maristas,
nosotros”. Y bebido el líquido templado y amargo, empezaba la instrucción
premilitar. Instruía el señor Masa, juez de Carmona, hombre muy bajito, de unos
cincuenta años.
Según Ramón Domenech, profesor de Historia
en el Instituto de Educación Superior Miguel de Mañara, en La Rinconada, al
escuchar la voz de José, aclara que en el campamento se demuestran dos de las
características principales en la dictadura de Franco, lo que los historiadores
llaman el “nacional-catolicismo. Lleva como bandera los valores católicos
tradicionales: la familia, la presencia de Dios en la vida cotidiana de la
gente. En el campamento había curas que daban clase y daban un matiz religioso
en la enseñanza. Había que ir a misa los domingos. La otra característica, que
también aparece es el militarismo: “ no hay que olvidar que el general Franco
es de formación militar, y esa formación militar se nota clarísimamente a lo
largo de toda su dictadura”.
En la primera mitad de la dictadura había
una educación donde se intentaba inculcar el valor del patriotismo, el
sacrificio, la obediencia al líder, que puede ser el maestro o el cura del
pueblo.
Ramón opina que: “el campamento parece un
cuartel: tocan trompeta, tienen que levantarse, la izada de la bandera, el
saludo de manera militar a sus superiores. Todo es formación premilitar”. A
unos quinientos metros de la playa, ensayaban cómo agachar y proteger la cabeza
cuando hubiese tiroteo, para esquivar las balas. También aprendían, llaves para
defenderse en caso de pelea cuerpo a cuerpo. Después de la instrucción
premilitar, jugaban horas en la playa de La Puntilla. Llegaba la hora del
almuerzo y tarareaban una canción, “la comida de Bartolo, Bartolo, Bartolo, la
comida de Bartolo, que bueno…”, eran lentejas, con algo de chorizo, y de
postre, una manzana. Era el día de la Virgen del Pilar, el día de las Fuerzas
Armadas. José lo recuerda con sonrisa esmerada, porque los compañeros
preguntaban por los pasteles, pero al cocinero se había caído en la playa, y
los pasteles estaban llenos de arena. Siempre decían lo mismo, ellos lo creían.
Hoy ríe, porque dice q los pasteles se habían caído, por lo menos, quince veces
y habían rodado por el suelo mucho tiempo. Los pasteles nunca llegaron al
comedor, no probaron pastel ningún día de campamento. Más tarde tenían talleres con el señor Toro,
que también era el enfermero. En los talleres de dos horas, hacían aeromodelismo, aviones de maderas, que luego
llevaban a la orilla de la playa, y allí, las elevaban con ayuda del viento.
También había charlas de política, pero a José no le gustaba, no las entendía.
Uno de sus compañeros preguntó: “¿Por qué los americanos tenían, cada uno, un
coche?”. “Porque los americanos tienen los trabajos muy lejos, mínimo a 100
kilómetros, pero a los españoles no nos hace falta, tenemos los trabajos cerca,
y podemos llegar con una bicicleta, o andando.” Ésta era la respuesta lógica,
que daba el señor Toro.
La mascota de “Los Flechas” era un camaleón,
y José tenía uno. Lo llevaba en su hombro izquierdo. Comenta que era muy
difícil atraparlos, porque al cambiar de color de piel para camuflarse, solo
podían reconocerlos cuando caía la arde, porque a los camaleones les brillaban
lo ojos, y, él pudo, pudo al igual que
sus compañeros, atrapar su mascota. Lo dice orgulloso.
Llega la hora del silencio, era otra llamada
de corneta. El vigilante de turno, mandaba dormir a todos. Pero alguno se
escapaba, hacia el paseo del puerto, para ver a las niñas y establecer contacto
con ellas. José niega cuando le pregunto si él paseó por el puerto para ver a
las chicas.
José se acerca a una fotografía enmarcada
que tiene en el salón, la trae contento, tiene pruebas reales de lo que me ha
contado. Es una fotografía de él con sus compañeros Flechas, a la orilla de la
playa. Visten con un bañador oscuro, se les notan las costillas, están muy
delgados pero todos sonríen mirando a la cámara.
José Roldán fue carpintero, está casado con Isabel y tienen tres hijos |
Miguel Linares nació en
febrero de 1918, hoy tiene 93 años. Fue militar en el bando republicano, por
error, él quería estar en el bando nacional. Sin embargo, su padre era republicano, amigo de Diego Martínez Barrios,
político español, propietario de una imprenta, que durante la Dictadura del
general Primo de Rivera colaboró con todas las intentonas de la oposición. Como
dato interesante, Barrios, en la Guerra
Civil, fue uno de los consejeros de Azaña y presidió en varias ocasiones las
cortes de la República; aparte, fue un destacado y famoso francmasón, que tuvo
rango de Gran Oriente de España.
El padre de Miguel, estaba en zona de
nacionalistas, fue apresado, y varias
veces incluido en las “listas negras” de depuración, pero por buen médico,
siempre se salvaba.
Miguel fue incluido como militar republicano
a la edad de 18 años:” y hasta los 26 años, estuve aguantando mecha, y me
hicieron papilla”. Él tenía cursado el Bachiller y lo clasificaron como
sanitario, en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, o también llamado
“Hospital de la sangre”, hoy sede del Parlamento de Andalucía en Sevilla. Por
ser hijo de médico, permaneció en el hospital cuidando a los enfermos durante
los ocho años que permaneció en La República. Pretendía seguir estudiando, ser
médico, como su padre.
Su andadura como militar fue en La 20 Brigada Mixta, formado en noviembre de
1936, en Murcia. - Dicha Brigada Mixta,
editaba un periódico titulado "Venceremos". Y como dato, no refleja
acción bélica alguna en un frente que más que inactivo era inerte. Tan poca
cosa se podía decir en el Diario de Operaciones que éste llega a recoger
noticias como que un batallón se dedicaba a la recolección de la aceituna, un
fusil se había enviado a la armería para su reparación o que un soldado había
resultado lastimado al caerse del mulo que montaba. Miguel se presentó
voluntario porque así tendría ropa, y ya veríamos si comida. Estaba descalzo y
hambriento.
En el hospital recibía a los
heridos de la guerra y a los enfermos. La mayoría de estos enfermos llegaban de
los campos de concentración. Pasaban el día entero trabajando, mal alimentados,
mal vestidos y con la moral destrozada. Era difícil la recuperación mental y
física, pero en el hospital hacían todo lo que estaba en sus manos.
Los nacionalistas, lo
atraparon, por la Bolsa de la Serena, lo hicieron prisionero. -La Serena es una
comarca situada al noreste de la provincia de Badajoz, la llamada "bolsa
de La Serena" cayó en el verano de 1938. Se organizó una gran ofensiva del
ejército de Franco para hacerse con lo que se conocía como la Bolsa de La
Serena, único sector extremeño bajo dominio de la República. Se perseguía
lograr el control de una comarca de gran relevancia estratégica que, de tener
éxito, permitiría incorporar a la zona nacional todo el valle medio del
Guadiana. En general, las operaciones de la Bolsa de la Serena supusieron un
auténtico desastre para el ejército republicano, que afectó seriamente a la
moral de las tropas. De todo ello quedó una gran cantidad de prisioneros, tanto
civiles como unidades de ejército y un formidable éxodo de población que, ante
la inminente caída de la bolsa, emprendió la huida hacia la zona de Ciudad
Real. Suponemos que esta masa de prisioneros ocasionados en la Bolsa de La
Serena, junto con la localización estratégica de la población, son los factores
que explican la construcción de un campo de concentración en Castuera-.
Estuvo seis meses como
prisionero en la Plaza de Toros de Cáceres. Más tarde lo trajeron a la cárcel
de Sevilla, pocos días. Luego lo llevaron a Córdoba, porque él era de allí.
Estuvo doce meses, hasta que le hicieron un consejo de guerra, y lo
absolvieron. Dice:”Por fin me soltaron, el día de la Inmaculada, un ocho de
diciembre de 1939. Salí absuelto”.
No tenía nada, lo soltaron
en la calle, sin nada. Ni ropas, ni pasaporte, ni dinero.
Recordó a un coronel que
había estado con su padre, fue a verlo, y la explicó la situación. Le dio cinco
duros. Se compró un billete de tren, y se fue a ver a su madre.
En 1941 lo llamaron otra
vez, para ir al Hospital Queipo de
Llanos, situado en la zona Sureste de Sevilla, concretamente entre las
barriadas de Bellavista y Montequinto.
Hasta 1944 no le dieron la
licencia militar, la definitiva, era como la llamaban. En este intervalo de
1941 a 1944, se hizo maestro y practicante, hizo las oposiciones y las aprobó.
No recuerda depuración en el
sector de la educación, dice q eso fueron muchos cuentos contados.
Ramón discrepa en este
punto: “Hay una tendencia historiográfica que nos ha hablado de que en la
España posterior a 1939 es una España marcada por una fuerte represión hacia
los elementos republicanos que no habían demostrado una adhesión clara al bando
vencedor, y por lo tanto, hubo una represión muy fuerte.”
“Cualquiera que no estaba de
acuerdo con la dictadura militar, o que constituía un peliqro para la misma,
obtenía represión franquista. Hay varios tipos: Represión violenta y física,
con ajusticiamientos “legales”, asesinatos ilegales. Encarcelamiento, privación
de libertad. Desapariciones forzosas. Muchas víctimas fueron enterradas en
fosas comunes, repartidas por toda España, la muerte no era inscrita en los
registros civiles. Represión administrativa con depuración practicada en los
funcionarios. Intensa en la enseñanza primaria, secundaria y en universidades.
Represión religiosa porque fue instaurada la religión católica, era la religión
oficial del estado, las demás religiones quedaban limitadas. Represión
lingüística con prohibición o ridicularización de las lenguas de España
diferentes del castellano. Represión económica puesto que sancionaban
económicamente a los responsables de daños o perjuicios causados a España.
Multas, incautaciones totales o parciales de bienes y embargos de cuentas
bancarias. Represión laboral con despidos e inhabilitaciones laborales y
profesionales. Represión política, prohibieron los partidos políticos, asociaciones
y periódicos no afines al régimen. Se anuló la libertad de expresión, censura
de todos los medios de comunicación. Represión cultural, se impuso un modelo
cultural definido, según los criterios del Estado. La represión finaliza en la
década de los setenta, con la muerte de Franco.
La represión franquista fue
un largo proceso de violencia física, económica, política y cultural, sufrida
durante la Guerra Civil española por parte de los nacionalistas hacia los
republicanos, denunciados estos como antifranquistas (lo fueran o no), miembros
de organizaciones políticas y sindicales. “
Sin embargo, la visión de
Miguel, es que solo tiene un matiz en el sentido de que su experiencia no fue especialmente
negativa en ese sentido. Él es sometido a un consejo de guerra, del que sale
absuelto, y además, luego, termina convirtiéndose en maestro y aprobando unas
oposiciones. No notó represión, cuenta q son exageraciones de la gente, pero
hubo represión, muchas familias huyeron de pueblos, por la Falange, para huir
de la muerte. Me ha resultado curioso
ver que la experiencia personal de alguien en esos años, no vivió represión.
Pero en otras ocasiones, leyendo y escuchando voces del bando republicano o de
personas que no eran fanáticos del bando nacional, tuvieron cargos públicos,
desarrollo profesional o incluso, no político, pero sí administrativo dentro
del régimen franquista.
¿Hubo represión?
- Por supuesto que la hubo.
Responde Ramón.
Quizás después de este
relato, pudiéramos pensar que la represión no fue tan exhaustiva o sistemática.
“Yo interpreto que la Guerra Civil Española, era una situación
de miedo permanente al otro bando. La población temía el golpe por parte de la
derecha, o el golpe por parte de la izquierda, pero al final se levantan primero
los generales y eso ya desencadena la guerra. La mayoría de la población,
seguramente, no estarían de acuerdo ni con un extremo ni con el otro, pero una
vez que los acontecimientos se desarrollan, ya no te queda más remedio que
tomar partido, y ya se sabe, mucha gente tomó partido, a la fuerza, y luchó en
el bando que no quería luchar. Simplemente le tocó porque su provincia o
comarca fue tomada por ese bando en concreto.”
Miguel opina, desde una perspectiva
internacional, que el nazismo había tomado una gran parte de la base ideológica
del fascismo que se desarrolló originalmente en Italia con Benito Mussolini.
Ambas ideologías participan del uso político del militarismo, el nacionalismo,
el anticomunismo, la aprobación de la violencia como método político y el
empleo de fuerzas paramilitares como apoyo del régimen, y ambas estaban
destinadas a la creación de una dictadura dirigida por el Estado. Los nazis,
sin embargo, estaban mucho más centrados en el tema de la «pureza racial» que
los fascistas en Italia. Los nazis tenían también la intención de crear un
Estado totalitario por completo, a diferencia de los fascistas italianos, que
permitieron un mayor grado de libertades privadas para sus ciudadanos, aunque
sin tolerar disidencia alguna. Estas diferencias posibilitaron, por ejemplo, a
la monarquía italiana seguir existiendo bajo el régimen fascista, así como
conservar algunas competencias oficiales.
“Los demás países, fueron
unos hipócritas. España estuvo pasando hambre y no hacían nada para remediarlo.
Después de la Guerra Civil en 1939 y de la Segunda Guerra Mundial en 1945,
España no fue consolada ni apoyada. Los españoles pasamos mucha miseria, y al
ser retirados lo embajadores, nos negaban hasta el saludo.”
Miguel lo dice exaltado, le
duele todo lo que recuerda, empieza a cabrearse, eleva el tono de voz. Le
pregunto por su esposa, mejor hablamos sobre cómo y dónde la conoció. “Era
profesora, como yo...”
Toda una generación perdida
en la guerra.
Miguel no es su nombre real, pidió anonimato |
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