Adolfo Suárez |
El nombre de Adolfo Suárez
resonará a lo largo de la historia por ser el primer presidente democrático (1976-1981) tras la
dictadura del General Francisco Franco. Licenciado en Derecho por la
Universidad Complutense de Madrid siempre siguió muy de cerca la política. Comenzó a dar sus primeros
“pasos” al lado Movimiento Nacional de la mano de Fernando Herrero
Tejedor, ministro y secretario general del Movimiento Nacional y anteriormente
gobernador civil de Ávila cargo donde conocería a Adolfo Suárez.
Su carrera política empieza a tomar
forma y ser miembro de
la Secretaría General del Movimiento se convierte en 1961 en Jefe del Gabinete Técnico del
Vicesecretario General, procurador en Cortes por Ávila en 1967 y gobernador
civil de Segovia en 1968. Su popularidad comienza a crecer y su
reconocimiento le lleva a convertirse en Director General de Radiodifusión y Televisión,
permaneciendo en el cargo hasta 1973. Sin dejar en ningún momento su
vinculación con el Movimiento Nacional, Adolfo es nombrado Ministro Secretario General del Movimiento el 11 de
diciembre de 1975 tras el trágico fallecimiento de su indiscutible mentor,
Fernando Herrero Tejedor y un mes después de la muerte de Franco. Su carrera política empieza a tomar
Su impecable trayectoria, su buen hacer y su relación con la Corona le llevaron a ‘colocarse’ en la lista de los posibles candidatos a la Presidencia de España y tras varias reuniones el 3 de julio de 1976 fue nombrado por el Rey Presidente del Gobierno con la gran responsabilidad de encargarse del desmontaje de las estructuras franquistas. Rodeado por un nutrido grupo de políticos con ideas democráticas y siempre pisando lento pero seguro logró llevar a cabo el Proyecto de Reforma Política con el que logró ir modificando la legislación vigente hasta ese momento en España. Uno de los puntos más llamativos de la Reforma fue la legalización de los partidos de izquierdas, el socialista y el comunista, motivo por el cual Suárez se ganó muchos enemigos, pero también muchos amigos.
El 15 de junio de 1977, por primera vez en España
desde 1936, se celebraron elecciones generales libres y Adolfo Suárez se
proclamó vencedor al frente del partido de coalición Unión de Centro
Democrático (UCD), que Suárez logró formar gracias a las buenas relaciones que
había ido cosechando durante su trayectoria política. Las Cortes resultantes de
aquellas elecciones, convertidas en constituyentes, aprobaron la Constitución, que
el pueblo español refrendaba el 6 de diciembre de 1978. El régimen franquista
había quedado atrás y el apoyo a Adolfo Suárez se iba haciendo cada vez más
patente con el paso de los años, tanto es así que el 3 de marzo de 1979, Adolfo
Suárez ganaba por segunda vez unas elecciones generales, e iniciaba
su tercer mandato como presidente del Gobierno.
Sin embargo, es en esta
legislatura cuando el partido de Suárez comienza a disgregarse interiormente y
el partido socialista que hasta ese momento le apoyaba se vuelve en su contra. En 1981 Adolfo Suárez dimite de
su cargo de presidente del Gobierno y también como presidente de UCD.
Calvo Sotelo le sucedió al frente del Gobierno hasta 1982 momento en el que
Felipe González al frente del Partido Socialista Español gana las elecciones.
Sin embargo, este no fue el fin de Adolfo Suárez en la política, con el título
de duque de Suárez concedido por el Rey por su papel en el
proceso de transición, el abulense creó junto a otros ex dirigentes de UCD el
partido Centro Democrático y Social (CDS), del que dimitiría en 1991 para
dedicarse por entero a su familia.
Adolfo que contrajo
matrimonio con Amparo Illana Elórtegui, madre de sus cinco hijos, el 15
de julio de 1961, sabía que su familia le necesitaba y no dudó ni un solo
momento en abandonar la política para cuidar de su mujer y de una de una de sus
hijas, Marian Suárez Illana, ambas enfermas de cáncer. No se
separó ni un solo segunda de ellas y luchó junto a su lado por ganar la batalla
a la enfermad. Sin embargo, nada pudieron hacerle y Amparo, la gran compañera
de Adolfo Suárez, fallecía a la edad de 66 años tras casi siete luchando contra
el cáncer. Tras esta gran perdida, el abulense se entregó de lleno a su hija,
quien fallecería en 2004. Pero las desgracias siguieron llamando a la puerta
del político y la enfermedad del cáncer volvió a colarse en su casa, esta vez
en la vida de su hija Sonsoles Suárez quien
logró vencer a la enfermedad.
Alejado de la vida pública
y sumido en la tristeza tras estas dos grandes perdidas, Adolfo Suárez se
refugió en el calor de cuatro hijos, Sonsoles, Laura, Javier y Adolfo, quien
también se decantó por la política. Convertido en un personaje público fue éste
quien dio a conocer en el año 2005 que su padre sufría una demencia senil, o
alzheimer desde
hacía dos años y por la cual ya no conocía a nadie, había perdido su memoria y
ni siquiera se acordaba del papel tan importante que había desarrollado en la
transición.
Uno de los momentos más
emotivos, vividos tras hacerse pública su enfermedad, fue la visita del rey Juan Carlos a
Adolfo Suárez en su domicilio familiar
en julio de 2008. Durante este encuentro, en donde el ex presidente no
reconoció al Rey aunque reconoció que debía ser alguien que le apreciaba mucho
por lo cariñoso que se mostraba con él, don Juan Carlos le hizo entrega del Collar de la Insigne Orden del
Toisón de Oro, la más importante que concede la Casa Real
Española.
En febrero de 2009, Suárez
se vio obligado a abandonar su refugio familiar debido a una afección pulmonar que
no revestía gravedad y por la que fue dado de alta a las pocas horas. Arropado
por sus seres queridos, el ex presidente continúa respondiendo únicamente a
estímulos afectivos mientras que el resto seguimos recordándole como un
personaje querido y clave en la historia de España.
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