Luis Landero (Alburquerque, Badajoz, 1948) se licenció en
filología hispánica por la Universidad Complutense, ha enseñado literatura en
la Escuela de Arte Dramático de Madrid y fue profesor invitado en la
Universidad de Yale (Estados Unidos). Se dio a conocer con Juegos de la edad
tardía en 1989(Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa 1990),
novela a la que siguieron Caballeros de fortuna (1994), El mágico aprendiz
(1998), El guitarrista (2002), Hoy, Júpiter (2007, XV Premio Arcebispo Juan de San
Clemente) y Retrato de un hombre inmaduro (2010), todas ellas publicadas por
Tusquets Editores. Traducido a varias lenguas, Landero es ya uno los nombres
esenciales de
la narrativa española. Ha escrito además el emotivo ensayo
literario Entre líneas: el cuento o la vida (2000), y ha agrupado sus piezas
cortas en ¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004). Absolución, su novela más
trepidante, es una delicada historia de amor, una cuenta atrás que no da
tregua, y un inspirado relato de aprendizaje y sabiduría a través de un elenco
de personajes inolvidables.Portada del libro El balcón en invierno |
El balcón en invierno
Asomado
al balcón, debatiéndose entre la vida que bulle en la calle y la novela que ha
empezado a escribir pero que no le satisface, el escritor se ve asaltado por el
recuerdo de una conversación que tuvo lugar cincuenta años antes, en otro
balcón, con su madre. «Yo tenía dieciséis años, y mi madre cuarenta y siete. Mi
padre, con cincuenta, había muerto en mayo, y ahora se abría ante nosotros un
futuro incierto pero también prometedor.». Este libro es la narración
emocionante de una infancia en una familia de labradores en Alburquerque
(Extremadura), y una adolescencia en el madrileño barrio de la Prosperidad. Es
también el relato, a veces de una implacable sinceridad, otras chusco y
humorístico, de por qué oscuros designios del azar un chico de una familia
donde apenas había un libro logra encontrarse con la literatura y ser escritor.
Y de sus vicisitudes laborales en comercios, talleres y oficinas, mientras
estudia en academias nocturnas, empeñado en ser un hombre de provecho. Pero
dispuesto a tirarlo todo por la borda para ser guitarrista, y vivir como
artista. Y en ese universo familiar de los descendientes de hojalateros, surge
un divertidísimo e inagotable caudal de historias y anécdotas en el que se
reconoce la historia reciente.
Luis Landero "Es un homenaje a la generación de mis padres, que sacrificó todo por la generación venidera" |
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