En esta calle de pueblo cualquier animal está invitado a saciar su sed en este recipiente que de manera generosa se renueva cada día
La calle se llama San Juan, situada en el barrio
de San José de la Rinconada, municipio de La Rinconada, a quince kilómetros de
la capital sevillana. Frente a este cartel, en la otra acera del espacio urbano
lineal, hay un colegio con patio, patio con árboles, árboles con pájaros. Y ya
recreado el contexto del recipiente generoso, indicarles que las mujeres
gentiles que sacian sed de animales varios, son féminas conocidas por mucha
gente. Dolores Augusto Martínez es la dueña de Acuarela Papelería Librería, y
su hija María Eugenia García Augusto la creadora de la barra libre. Ambas renuevan
el recipiente, si hace falta. Hemos visto cubos pequeños, botellas de agua con
bocas anchas, plásticos duros, y demás utensilios cóncavos para sostener agua
en su interior.
Pero como ocurre en todos los sitios, siempre hay
personas incivilizadas que cometen acciones destructivas contra la propiedad
del otro, en este caso, contra la sustancia líquida sin olor. Han colocado
latas de bebidas energéticas dentro del agua, imaginamos que para facilitar la
capacidad y fuerza del animal sediento o moribundo. Y una vez resucitado el
animalito, que suele ser pájaro, ha volado y cagado cerca del vándalo o vándala
despiadado o despiadada.
Y reconociendo la labor principal de este acto
animalista y solidario, y ya que el cartel se mantiene intacto, bien escrito y
pegado, igual que el recipiente en todas las ocasiones anda repuesto y llenado,
valga escribir y reconocer una mención a estas féminas sevillanas por no
desistir en su empeño con una distinción honorífica por su mérito alcanzado,
por ejemplo, una medalla o placa de metal donde lleve grabada la frase “Andaluzas
pacientes y humanas”.
-Paula Linero-
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