Virginia Muratori muestra su experiencia y conocimiento en la disciplina milenaria
que es el yoga
En el Parque de los Príncipes, ubicado en el
barrio de Los Remedios de Sevilla, podemos encontrar a Virginia meditando,
haciendo saludos al sol o conectando con la energía de la tierra entre
naranjos, jacarandas, ciruelos, patos, palomas y perros. Esta sevillana vegana es
sensitiva, atrevida, consciente con el medio ambiente, y tiene manos mágicas, pues
la vocación por lo que hace la muestra en su proyecto emprendedor La casa del yoga Thai. En su casa
trianera da masajes thais clásicos, donde desbloquea contracturas, masajes thais
con cañas de bambú, en el que relaja y libera tensiones, y masajes thais senses
donde masajea el cuerpo de pies a cabeza con aceites esenciales.
El yoga para ella es un modo de vida, pues hay un
yoga para cada persona comenta, ya que, la herramienta es la misma, una técnica
de autoconocimiento. Su comienzo en la disciplina fue hace once años a raíz de
la muerte de un familiar cercano, de ahí sus viajes por distintos países como
la India, Grecia o Marruecos. Muratori
deja esencia trianera allá donde va porque fuera de España le dicen que es
una persona atípica y curiosa, pues como sevillana rompe los estereotipos
marcados mundialmente.
Beneficios del yoga, “transformación y
descubrimiento de la persona, es el desarrollo del cuerpo, es llevarlo a
escenarios de habilidades y posturas físicas para las que está preparado, pero
que se dejó de utilizar hace mucho tiempo. La base es la respiración, respirar
de manera consciente. Si no puedes hacer una postura, visualízala, porque tu
mente trabaja igual. Puedes hacer yoga mientras paseas, mientras vas en
autobús, o estás en un atasco. Lo importante es parar, mirar hacia dentro,
conocerse, aceptarse y transformarnos en un mundo mejor”.
-Paula Linero-
No hay comentarios:
Publicar un comentario