Portada del libro Cara Blanca de Rafael Saravia |
Carta Blanca es un libro estructurado en tres partes. Son tres pliegues que conforman
un único ser. Con las dolencias propias y ajenas que nos hacen constituirnos
como individuos. La primera parte, titulada SOLO revisa esa introspección que
nos hace buscar en los lugares interiores. La búsqueda en esta parte es plural.
Busco y encuentro... bailo con la sensación de soledad pero dentro y fuera del
amor, de lo social, de lo inherente al individuo. La segunda parte HASTA QUE
LLEGUE DICIEMBRE, es un itinerario por las apetencias más intensas. Un relato
que comienza en un verano y que jamás acaba al convertirse en poema. Erotismo y
fuga.
La tercera parte es la que da título al libro:
CARTA BLANCA. Escrita en un intenso retiro, donde la necesidad de insurgencia y
convencimiento político me golpeó y generó ansias de preguntas que no necesitan
respuestas. Pues ahí se encuentra la vida acallando o voceando la verdad.
La poesía es sólo posible
ante el lenguaje de la verdad. Que no es lo mismo que la realidad entendida en
el sentido más plano y simple de la palabra. No concibo el poema dentro del
facilismo verbal que agrede la emoción de lo incomprensible. No creo en la
voluntad domesticada del lenguaje plano, jocoso y simple para llegar a más y
más ventas. No me interesa el mercado como estratagema de cercanía literaria.
Si he de escribir "simple" y complaciendo para que me lean más,
desisto de hacerlo. No escribo para conquistar; escribo para compartir.
La necesidad de ejercer el poema en este libro
viene después de reflexionar y amasar otras vías en el lenguaje. Sólo existe el
poema cuando la sustancia poética no es sustituible por otra experiencia. Aquí
lo emotivo e inexplicable surge y genera complicidades con quien se enfrenta a
su lectura sin intentar comprender.
Este libro se alimenta del camino que
generan otras tantas lecturas que me dan flor y luz. Valente, Rafael Pérez
Estrada, Walter Benjamin, Mestre, Gamoneda, Gelman... y cantidad de amigos
cuyos libros y conversaciones abrazan lo inexplorable con un lenguaje real pero
más allá de lo obvio.
Es un poemario para quienes no le tienen miedo a
la magia. Esos que no intentan explicar el significado de la belleza y la
contundencia y sencillamente se dejan empapar de ellas.
Rafael Saravia, poeta, editor y fotógrafo. Nace en Málaga en
1978 pero vive en León desde muy temprana edad. Desde el 2012 ejerce como
columnista para el Diario de León. Fundador del Club Cultural Leteo y Ediciones
Leteo, en su labor de gestor cultural ha traído a su ciudad a escritores de la
talla de Antonio Gamoneda, Gonzalo Rojas, Fernando Arrabal, Martin Amis,
Houellebecq, Adonis, Amelie Nothomb, Paul Auster, Enrique Vila-Matas, Ledo Ivo
o Juan Gelman además de multitud de jóvenes poetas de varias nacionalidades.
Como editor ha publicado más de cuarenta libros de autores de la talla de
Ildefonso Rodríguez, Miguel Suárez, Eduardo Milán, etc. En el ámbito literario,
ha colaborado con diversas publicaciones nacionales e internacionales (Ágora,
Cuadernos Hispanoamericanos, Turia, Nayagua, The Children`s book of american
birds, Entrelíneas, Punto de Partida UNAM-, etc) así como en recitales (España,
Portugal, Brasil, Italia, México, etc.) y páginas web. Tiene publicados los
poemarios Pequeñas conversaciones (Leteo, 2001; Amargord, 2009), Desprovisto de
Esencias (Renacimiento, 2008), Llorar lo alegre (Bartleby, 2011) y Carta Blanca
(Calambur, 2013). Participa en las antologías Novilunio (1998), Petit Comité
(2003), Antología del beso, poesía última española (2009), A Pablo Guerrero, en
este ahora (Ed. El Páramo, 2010) o Por donde pasa la poesía (Baile del Sol,
2011) entre otras. Suya es la edición y el prólogo del libro El río de los
amigos, escritura y diálogo en torno a Gamoneda (Calambur, 2009) con colaboraciones
de Gonzalo Rojas, Jaime Siles o Juan Carlos Mestre entre otros.
Rafael Saravia |
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