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“Don Giovanni”, la “ópera
de óperas”, que Mozart estrenó en Praga en 1787, vuelve entre el 21 y el 29 de
noviembre de 2014 en la reformada producción de Mario Gas para el TEATRO DE LA
MAESTRANZA. En su esperado reencuentro con el público de Sevilla, uno de los
grandes libertinos de los últimos años que ha aportado al rol su rotundo
magnetismo escénico, el barítono malagueño Carlos Álvarez (1966), Premio
Nacional de Música por su “extraordinaria calidad vocal e interpretativa”,
lidera un reparto de excepcionales voces españolas como Yolanda Auyanet, Maite
Alberola, José Luis Sola, David Menéndez o Rocío Ignacio, acompañados por el
Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza y la ROSS, dirigidos por Maxim
Emelyanychev (1988), un joven clavecinista y director de orquesta ruso, figura
emergente en el ámbito del repertorio barroco y clasicista.
Un gran
malentendido sevillano envuelve a “Don Giovanni”: pasando por ser, quizá, una
de las tres o cuatro grandes “óperas sevillanas”, junto a “Carmen” o “El Barbero de
Sevilla”, en realidad su libreto no cita ni ambienta ni una sola escena en
Sevilla, sino en una indeterminada ciudad de España donde, en un tiempo tampoco
precisado, un “joven caballero extremadamente licencioso” hace de las suyas
hasta que, humillado de sí mismo, agotado de su impiedad y su amoralidad,
desafía a Dios para que lo castigue.
Acto primero de Don Giovanni |
Primer Acto
La historia comienza en las calles de
Sevilla, en la España del siglo XVIII. Leporello, sirviente del noble Don
Giovanni, está de guardia fuera de la casa del Commendatore, en la noche.
Repentinamente, la hija del Commendatore, Donna Anna, sale corriendo, en su
lucha con el enmascarado Giovanni. El Commendatore confronta y reta a Don
Giovanni a duelo, y muere en manos de éste. Giovanni y Leporello escapan de la
escena del crimen. Anna pide a su prometido, Don Ottavio, que vengue la muerte
de su padre.
En la mañana siguiente, Giovanni y Leporello se encuentran con una antigua conquista de Giovanni, Donna Elvira, quien se encuentra deshecha por su traición. Leporello le afirma que no es ni la primera ni la última mujer en caer víctima de Giovanni, y le muestra la lista de todas las conquistas de Giovanni. Elvira jura vengarse.
Los campesinos celebran la boda de Masetto y Zerlina. Giovanni trata de seducir a la novia, diciéndole que está destinada a una mejor vida. Pero Elvira se encarga de prevenir a Zerlina sobre la verdadera naturaleza de Don Giovanni. También advierte de ésto a Anna, quien todavía desconoce la identidad del asesino de su padre y ha pedido ayuda a Giovanni para encontrarlo. En su defensa, Giovanni, insiste que Elvira está demente y Anna y Ottavio no saben qué creer. Mientras Giovanni parte, Anna reconoce súbitamente su voz, como la voz del asesino. Abatida, pero decidida a vengarse, pide a Ottavio una vez más, que sea él quien se encargue de la vendetta. Éste consiente a fin de devolverle la paz a Anna. Giovanni, que ha invitado a todos los concurrentes de la boda a su palacio, busca diversión en la bebida y el baile.
Fuera del palacio, Zerlina pide a Masetto que la disculpe. Aparece Giovanni y los lleva hacia adentro. Anna, Elvira, y Ottavio están enmascarados y son conducidos al palacio por Leporello. En el salón, Giovanni baila con Zerlina, y luego trata de llevarla a un cuarto lindante. Cuando ella pide ayuda, Giovanni culpa a Leporello. Anna, Elvira, y Ottavio se quitan las máscaras y, junto con Zerlina y Masetto, acusan a Giovanni, quien de momento se sorprende, pero se las arregla para escapar.
Acto segundo de Don Giovanni |
Segundo Acto
Al regresar a las calles de Sevilla, Don
Giovanni urde otro plan. Le pide a Leoporello que distraiga a Doña Elvira
mientras él hace de las suyas con la sirvienta. Se viste con la ropa de
Leporello y le lleva serenata a la sirvienta de Elvira. Masetto y una banda de
campesinos interrumpen la serenata, buscando a Don Giovanni. Tomando a Don
Giovanni por Leporello, continúan la búsqueda, pero el seductor convence a
Masetto para que se quede. Una vez solos, Don Giovanni ataca a Masetto y lo deja
herido. Zerlina encuentra herido a su prometido y le da consuelo. Más tarde esa
noche, Leporello –todavía disfrazado como Don Giovanni– es sorprendido por
Anna, Ottavio, Zerlina y Masetto, quienes lo denuncian. Leporello, que teme por
su vida, revela su verdadera identidad antes de escapar. Ottavio proclama que
se vengará de Giovanni y pide al resto que cuide de Anna. Elvira piensa en
Giovanni, todavía lo ama a pesar de todo. Giovanni y Leporello se encuentran en
un cementerio, en la estatua del Commendatore. Interrumpen su parloteo al
escuchar muy de cerca la voz del Commendatore, que proviene de la estatua y
advierte a Giovanni que ya no estará riendo por la mañana. Giovanni obliga al
temeroso Leporello a invitar a la estatua a cenar. La estatua acepta el
convite. Una vez más, Ottavio pide la mano de Anna, pero ella se niega hasta
tanto no haya vengado a su padre. Elvira llega al palacio de Giovanni y hace un
último y desesperado intento de persuadirlo a cambiar su vida, pero él se ríe
de ella. Mientras se sirve la cena, se escuchan las fuertes pisadas de la
estatua. La figura de piedra del Commendatore aparece y ordena a Giovanni que
se arrepienta. El Don, desafiante, se niega y es consumido por las llamas.
Elvira, Anna, Ottavio, Zerlina, Masetto y Leporello buscan rehacer sus vidas y
contemplan el destino de un hombre inmoral.
Carlos Álvarez es Don Giovanni |
Yolanda Auyanet es Doña Ana |
Don Giovanni
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CARLOS ÁLVAREZ
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El Comendador
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PAVEL DANILUK
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Doña Ana
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YOLANDA AUYANET
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Don Ottavio
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JOSÉ LUIS SOLA
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Doña Elvira
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MAITE ALBEROLA
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Leporello
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DAVID MENÉNDEZ
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Zerlina
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ROCÍO IGNACIO
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Masetto
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DAVID LAGARES
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