Paula Linero - Periodista de la Universidad de Sevilla-
miércoles, 24 de julio de 2013
Relato: LA OVEJA NEGRA
Fotografía de un cartel publicitario de la calle
Era
especial, distinta, poco común, y por ello, demasiado molesta. Tanta belleza
insulta a la normalidad. No pretendía gran cosa, solo ser y estar. La
solaparon, apartaron, e incluso, despojaron de lo más hermoso, la palabra.
Seguía destacando, sus ojos decían lo que sus cuerdas vocales no podían
articular, no le hacía falta más. No hablaba, no veía, pero sentía y hacía
sentir con el tacto. Era comunicación continua, siempre fluía, sin parar, no lo
evitaba, no quería. Pensaron en su distinción, en su anormalidad. Quisieron
liquidarla. No pudieron. Seguía viva y agradecida.
La
vida le acariciaba cada día, la luz solar le abrigaba, el aroma floral le
bañaba, y ella lo apreciaba. Pero un día desapareció, no supieron más de su
estancia.
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