martes, 13 de marzo de 2012

Huerto de confianza tratado sin productos químicos

Unas vecinas y yo  recogiendo habas
Como lo ven, Antonio el hortelano  deja entrar en su huerto a vecinos y conocidos para que puedan llevarse lo que necesiten, cada manojo está a un euro. Ocho puerros a un euro, dieciséis cebollinos a un euro, cuatro lechugas a un euro, un kilo de habas a un euro... 
Pero este hombre generoso no mide el manojo, tampoco lo pesa. A la pregunta de por qué vende sus verduras, contesta que porque no la consume toda, solo una parte. No le importa que los demás la disfruten por poco importe. Es más,  se comenta que él las regalaría, pero su esposa no se lo permite porque las verduras llevan un gasto y mano de obra añadidos. 

Huerto sevillano tratado con productos orgánicos

 Antonio era taxista, pero desde que se jubiló se dedica por completo al  huerto. Está preparando la siembra de tomates, es su próxima cosecha. Combate a los gusanos e insectos sembrando ortigas, se lo recomendó un vecino biólogo que también mantiene un huerto cercano al suyo.

Antonio cogiendo cebollinos para los vecinos
-->Ladrador
 
<Ya eres más de la tierra que del pueblo.
Cuando pasas, tu espalda huele a campo,
ya barruntas la lluvia y te esponjas,
ya eres casi de barro.
De tanto arar, ya tienes dos raíces 
debajo de tus pies, heridos y anchos>.
Gloria Fuertes


-->
Todo gira en torno a tres conceptos: salud, porque son productos 
sanos y saludables, sabiduría, porque trata de mantener la riqueza 
de los productos agrícolas y elaboración tradicional, y sabor
porque ofrecerá productos excelentes  en su justo momento de 
maduración.

"Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento"
Hipócrates, 460-377 a.C.









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